Las elecciones que hacemos como consumidores y, en particular, los materiales utilizados en los productos que compramos, tienen un impacto significativo en el medio ambiente.

Los materiales sintéticos que quieren imitar y sustituir la piel están hechos a partir de plástico, elaborados pues a partir de compuestos derivados del petróleo, un recurso natural limitado, que más allá del impacto medioambiental negativo durante su proceso de obtención y producción, es costoso y complicado de reciclar y tiene una biodegradabilidad muy mala.

El mundo necesita materiales que sean sostenibles, renovables, reciclables, biodegradables como la piel, y reducir la dependencia innecesaria de materiales plásticos basados en combustibles fósiles. La piel no crea microplásticos ni permanece durante siglos en los mares o a los vertederos.